La arqueología es un área de estudio e investigación que nos permite conocer más de nuestro pasado y de nuestros antecesores. Permite conocer las costumbres de civilizaciones antiguas, como también, las herramientas y las invenciones que hayan realizado, para llevar adelante su desarrollo y evolución como sociedades, tribus, repúblicas e imperios.
El equipo de arqueólogos dirigido por Pavel Leus, reveló que en la República de Tuva hallaron los restos de una mujer que vivió hace más de 2100 años y que tenía un extraño objeto muy similar a un teléfono celular de nuestros tiempos. La tumba se encontraba sepultaba bajo el agua, pero durante los meses de sequía descubrieron una zona desértica llena de restos arqueológicos invaluables. Un IPhone antiguo de más de 2000 años de antigüedad
El curioso hallazgo de una especie de “iPhone” antiguo. Un objeto negro con forma rectangular que fue descubierto junto al esqueleto de una mujer sacerdotisa que se encontraba en una tumba en Ala-Tey. De acuerdo al medio Siberian Times, los investigadores a cargo de este descubrimiento, llamaron “Natasha” a la mujer. Mientras que, al objeto rectangular, que en realidad es una hebilla, precisamente lo llamaron “iPhone”.
Esto debido a su innegable parecido con el famoso smartphone de Apple, ya que no solo se parece en la forma, sino que también hasta incluso viene con los agujeros en la zona superior e inferior. Este “iPhone” sería de la era Xiongnu, y Pavel Leus, uno de los investigadores que participó en este descubrimiento, contó que esta hebilla en realidad se halló en el año 2016, pero que recién durante esta semana se está haciendo público.
¿Realmente se podría tratar de un iPhone antiguo?
Al final, este objeto parecido a un smartphone, pareciera tener una elaboración mucho más valiosa que la de un Apple. Debido a que el “iPhone” mide 18 cm de largo y 9 de ancho, siendo construido con hermosas piedras, como las incrustaciones de turquesas, cornalina y nácar, que posee. Sin olvidar que también cuenta con monedas chinas Wu Zhu como parte de su decoración.
Esta última moneda, era un pago en efectivo típico y producido por la dinastía Han en 118 a. C, la que ayudó a los arqueólogos a averiguar la antigüedad de lo descubierto. Como imaginarás, no es un iPhone, los investigadores determinaron que se podría tratar en realidad de una hebilla de cinturón que tiene incrustadas piedras preciosas.