En el 2008, trabajadores de una mina en Donetsk, Ucrania, encontraron un extraño artefacto similar a una rueda de hace 300 millones de años.
Incrustada en una piedra arenisca, los mineros quedaron asombrados por su semejanza al de una
rueda actual. Sin embargo, el misterio crecería aún más.
Mientras perforaban el estrato de coquización de carbón conocido como J3 «Sukhodolsky», a unos
900 metros de profundidad de la superficie, los trabajadores también se toparon una huella de rueda sobre ellos.
El subjefe V. V. Kruzhilin tomó fotos de la huella y la compartió con el jefe de la mina, S. Kasatkin, quien fue el responsable de dar a conocer la noticia. La mina
no pudo ser más explorada y la única evidencia que quedó, fueron las imágenes.
Al no poder fechar los estratos en los que se encontró la huella de la rueda, se ha observado que la región de Rostov, que rodea Donetsk, está ubicada sobre una roca carbonífera de
300 a 360 millones de años.
Una rueda de 300 millones de años
Esto quiere decir que la rueda se atascó en ese lugar hace
millones de años en el pasado y se disolvió con el tiempo debido a un proceso conocido como diagénesis. Así, los sedimentos de litifican en tocas sedimentarias, como sucede con los fósiles.
S. Kasatkin escribió una carta, donde relata el hallazgo de la extraña rueda:
«Este hallazgo no es una acción de relaciones públicas. A su debido tiempo (2008), nosotros, como equipo de ingenieros y trabajadores, le pedimos al director de la mina que invitara a científicos para un examen detallado del objeto. Pero el director, siguiendo las instrucciones del entonces propietario de la mina, prohibió tales conversaciones y, en cambio, solo ordenó acelerar los trabajos de paso a través de esta sección de lava y de ‘carga’ rápida de la sección con equipos de minería.
Debido a eso, este artefacto y el más pequeño encontrado durante el trabajo posterior se encontraron en un bloqueo del túnel y no se pudieron sacar y estudiar. Qué bueno que hubo gente que, a pesar de la prohibición del director, fotografió este artefacto.
Tengo conexiones con las personas que descubrieron por primera vez estas huellas y también con quienes las fotografiaron. Tenemos más de una docena de testigos. Como comprenderá, la admisión en la mina está estrictamente limitada (es peligrosa por emisiones repentinas) y obtener dicho permiso es bastante difícil.
La “rueda” estaba impresa en piedra arenisca del techo. Los tipos intentaron “cortar” el hallazgo con martillos de pico y sacarlo a la superficie, pero la arenisca era tan fuerte (firme) que, por miedo a dañar una huella, la dejaron en su lugar. En la actualidad, la mina está cerrada (oficialmente desde 2009) y el acceso al “objeto” es imposible: el equipo está desmantelado y las capas dadas ya están inundadas».
¿Otras evidencias de «ruedas» antiguas?
Este testimonio escrito, más los testigos y las imágenes, siguen siendo la única prueba de la extraña huella. Sin embargo, las dificultades para estudiar la huella es lo que ha hecho que se tome en cuenta el mismo.
Si la evidencia fotográfica es legítima ¿Cómo una rueda
hecha por el hombre quedó incrustada en estratos de 300 millones de años?
La existencia de vehículos de rueda en la antigüedad ha salido a la palestra en varias oportunidades y en varias partes del mundo.
Se han encontrado huellas de ruedas petrificadas en Francia, España, Italia, Malta, Kazajistán, Ucrania y hasta en Norteamérica.
Uno de los ejemplos más conocidos son las «huellas de Malta», ubicada cerca de los acantilados de Dingli. Los surcos se han vuelto famosos en los últimos años, llamando la atención de varios teóricos e investigadores.
En Turquía, también se pueden encontrar otras huellas extrañas y famosas. En Sofca se hay unas que cubren un área hasta de
73×16 kilómetros. Lo mismo sucede en Capadocia, donde hay focos de huellas.
A pesar de que existe controversia sobre la edad de estas huellas, muchos investigadores, debido a la asociación y proximidad con estructuras megalíticas, especialmente en Malta, han concluido que son
sumamente antiguas.
La simple presencia de la rueda fosilizada en Ucrania, ciertamente, sugiere la posibilidad de que, de alguna manera, las antiguas civilizaciones tuvieron acceso a una tecnología más allá de sus conocimientos preestablecidos por la historia.
